Viernes 19 de Abril de 2024 - hs - Corrientes, Argentina.

DEPORTES

Argentina campeón del mundo

En dramática final, ganaba 2-0, tuvo 2 minutos fatales y empató. En el alargue sacó ventaja, otra vez le igualaron y en los penales apareció “Dibu” Martínez.

foto: Argentina campeón del mundo

No hubo sensaciones que no se hayan conjugado en esta final infartante. Baile, satisfacción, preocupación, angustia, rabia, justicia, felicidad final y llanto celebratorio, Felicidad total, inigualable. Gloria eterna. Todo eso se vivió en casi 120 minutos de juego en el estadio Lusail de Qatar, donde la Argentina se coronó campeón mundial al vencer a Francia 4-2 en definición por penales, tras haber empatado 2-2 en los 90 minutos reglamentarios y 3-3 en tiempo suplementario.

El seleccionado albiceleste no mereció sufrir tanto, Lionel Messi no mereció sufrir tanto para levantara la Copa del Mundo. Había que ganarle a todos y se terminó doblegando al que había sido campeón del mundo en Rusia 2018. Después de 36 años la Copa del Mundo vuelve a la Argentina. Por tercera vez tocará suelo argentino, pero esta vez para quedarse por cuatro años.

Era el primer Mundial sin Diego (no hace falta mencionar el apellido) y D10s allá en el cielo iluminó al niñito Lionel (tampoco es necesario decir su apellido) y a 25 apóstoles comandados por otros Lionel, Scaloni. Messi se sentó finalmente en la mesa de los campeones del mundo junto a Pelé y a Diego Maradona: el ‘10’ guió a Argentina a la conquista de su tercer título mundial. A los 35 años, la “leyenda” argentina podría despedirse tranquilo de sus periplos mundialistas (participó en los últimos cinco): anotó el primero, de penal, y el tercero (en la prórroga, y participó en el segundo, de Ángel Di María.

Es verdad que se debió sufrir, como contra Países Bajos, demasiado. Un sufrimiento injusto por lo que fue el desarrollo del partido. Porque como en las fiesta de un pueblo, donde se cuelga un pasacalles con la leyenda “bienvenidos al baile”, la selección argentina bailó durante todo el primer tiempo a una Francia campeona del mundo desconcertada, desconectada de su fútbol, pero no por su ineficiencia, sino por las virtudes de su rival.

Scaloni demostró ser un excelente estratega y apostó en el once titular por Ángel Di María, un hombre concebido para jugar las finales. “Fideo”, ausente en la semifinal contra Croacia, anotó el gol de la victoria ante Brasil (1-0) en la Copa América 2021 y el segundo contra Italia (3-0) en la Finalissima. Un esquema totalmente ofensivo.

“Es un cuerpo técnico impresionante. Todos los partidos que prepararon se dieron como lo habíamos visto”, fue el elogio del capitán Lionel Messi después de la clasificación a la final.

La definición contra Francia fue un nuevo y severo desafío para el cuerpo técnico nacional, pero completó un primer tiempo perfecto, sin fisuras, pletórico de fútbol, borrando por completo de la cancha a Francia. La inclusión de Di María como extremo izquierdo y el bloque de mediocampistas para anular la creación de Francia, con Antoine Griezmann, como jugador más armador que atacante, fueron otros de los grandes aciertos del técnico argentino.

Hasta los 35 minutos del segundo tiempo lo que planeó Scaloni le salió a la perfección, Argentina salió convencido de cómo jugarle a un rival que, por más bajas que sufrió previo al Mundial, siempre es un rival temible por las proyecciones de sus laterales, por un excelente mediocampo, por el desequilibrio de Mbappé por la izquierda y por un Olivier Giroud cuya pólvora se le terminó humedeciendo por demás respecto de Rusia 2018.

La Argentina lo borró de la cancha, con un juego admirable, toques precisos y rápidos, circulación de la pelota y una actuación colectva soberbia.

Messi, Julián Álvarez y Alexis Mac Allister encontraron siempre libre en la izquierda a Di María, quien terminó descolocando con frecuencia a Jules Koundé. “Fideo” fue una pieza clave, porque supo ser el receptor de los balones que le llegaban de un mediocampo fino, dúctil, preciso. El rosarino supo explotar y ganar los duelos por su sector.

La “Scaloneta” jugó ante Francia los mejores 45 minutos en toda su participación en el Mundial. Tuvo un 49% de posesión de la pelota contra 36% de su rival, fue audaz, ofensivo, vistoso.

Ya a los 16 minutos, Di María dejó estuvo a punto de marcar de no haber sido que sacó un remate defectuoso, pero “Fideo” generó por izquierda la jugada del penal cometido por Dembelé. Messi, engañó a Lloris y convirtió su cuarto penal en el campeonato. A partir de ese momento, el partido se volcó aún más en favor de la Argentina, porque Aurélien Tchouaméni y Adrien Rabiot no pudieron entrar en contacto con la pelota, porque Antoine Griezmann fue perfectamente tomado por Enzo Fernéndez y porque Mbappè pasó inadvertido por el sector izquierdo al ser bloqueado en tándem por Molina y De Paul.

El juego argentino se hizo más vistoso, más fluido, adquirió mayor jerarquía y se plasmó nuevamente en la red a la media hora de juego con un contraataque espectacular, diseñado con una combinación en velocidad de Messi, Julián Álvarez, Alexis Mac Allister y que Di María lo culminó enviando la pelota por encima del arquero francés, emocionándose hasta el llanto por su primer tanto en Qatar.

Con una Francia desconcertada, Didier Deschamps sacó a Dembelé, tal vez como castigo por el penal cometido, y a Giroud, que habìa sido inoperante ofensivsmente,

La Argentina terminó el primer tiempo a toda orquesta, desplegando un fútbol con autoridad y haciendo que los 80 mil espectadores en el estadio Lusail y los 47 millones de argentinos terminaran con las palmas rojas y ardientes de apludir. El desarrollo del segundo tiempo se mantuvo bajo esa tendencia y con Argentina más cerca de aumentar la ventaja que Francia de descontar.

Sin embargo, el conjunto albiceleste le cedió la iniciativa a los franceses y eso lo terminó pagando caro. Mbappé tejió sociedades con Kolo Muani y Coman, hasta forzar un penal de Nicolás Otamendi sobre el atacante del Eintracht Fráncfort. Luego, un minuto después, sacó una volea tras una exquisita jugada asociativa con Kolo Muani para helar a la masiva hinchada argentina en Lusail y dejar a la Argentina pensando en el suplementario.

La actuación de un futbolista determinante como Kylian Mbappé pueden cambiar los planes en un minuto pero la Argentina, al igual que ante Países Bajos, buscó y hasta mereció ganar el partido en la prórroga. Con jugadores cansados en lo fìsico, pero con un corazón de elefante, sacó fuerzas de sus entrañas, no se desmoralizó y volvió a comenzar de cero. Y en ese primer suplementario contó con tres chances que desperdició Lautaro Martínez, pero certero para ser el asistidor del tercer gol gol argentno que convirtió Messi a los 4 minutos del segundo suplementario. Parecía que el partido estaba definido, porque Francia no estaba haciendo nada como pàra intentar ganar el partido. Sin embargo, un remate aislado pegó en el brazo de Gonzalo Montiel y Mbappé volvió a poner las cosas en igualdad de condiciones. El francés, que mañana cumplirá 24 años, protagonizó el segundo hat-trick de la historia de los Mundiales en una final, después del logrado por el inglés Geoff Hurst en l966 contra Alemania (4-2).

Volver a empezar, pero esta vez en la definición por la vìa de los penales. Emiliano Martìnez, que había sido determinante ante Paìses Bajos, y que en el último minuto del segundo suplementario mantuvo intacta la ilusión argentina al taparle con su pierna un remate a Kolo Muabni, volvió a ser fundamental. Le detuvo el lanzamiento de Kingsley Coman, mientras que Aurielien Tchouameni tiro su disparo afuera, aunque si iba al arco estaban las manos del “Dibu” para llevar a la Argentina a la gloria.

Como en el 78, con el “Matador” Mario Kempes, como goleador; como en el 86, con el inmortal Diego Maradona; ahora, en 2018, Lionel Messi y la Argentina, vuelven a gritar CAMPEONES DEL MUNDO.

Fuente: Ambito


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