Un efectivo de la Policía de Corrientes apareció sorpresivamente en la lista de personas investigadas como presuntas integrantes de una banda delictiva, la cual se dedicaba a cometer robos en casas y departamentos de la capital provincial.

Se trata de un cabo primero con prestación de servicios en una comisaría de la localidad de Gobernador Virasoro, a quien los detectives del caso encontraron durmiendo en el domicilio de uno de los principales sospechosos.

El funcionario, identificado como Lisardo O., resultó aprehendido, separado de sus funciones, expuesto a un sumario administrativo y a disposición de la Justicia.

Este hombre sería quien se apoderó de al menos dos chalecos antibalas pertenecientes a la institución de seguridad. Esos elementos fueron encontrados durante los allanamientos realizados entre el miércoles y el jueves en los barrios Plácido Martínez, Pujol y 9 de Julio.

De acuerdo a información obtenida por época, uno de los chalecos estaba asignado para su uso entre personal de la comisaría de la localidad de Itatí. En tanto, sobre el restante accesorio con la inscripción de «Policía» no pudo ser rastreado, ya que carecería del número de serie.

«Son equipos que datan de cierta antigüedad y no están en buen estado de uso y conservación. De todas maneras su propiedad es de la institución y el uso debe ser bajo un estado policial y no en calidad de civil; mucho menos si los tienen personas de dudosa conducta o antecedentes», explicó una fuente importante dentro de la fuerza de seguridad.

Tal como este medio lo informó en su edición de ayer, efectivos de la División de Investigaciones Metropolitana (DIM), bajo órdenes del comisario mayor Ramón de la Cruz Barrios, permitió identificar a por lo menos tres supuestos ladrones.

La sustracción de 300 mil pesos del interior de un departamento del barrio Sur fue el disparador para que los detectives obtuvieran una serie de pistas contundentes.

El análisis minucioso de imágenes tomadas por alrededor de una decena de cámaras de seguridad, tanto privadas como del sistema público de vigilancia, permitió identificar a un automóvil como el vehículo empleado en el ilícito.

Los delincuentes aprovecharon que el dueño del inmueble salió para ingresar al edificio de calle Las Heras. Se cree que vigilaban sus pasos. Esta modalidad es denominada en la jerga policial como un «escruche».

De acuerdo a los datos suministrados a este medio, los detenidos y «amigos» del policía sospechado responden a los alias de «El Chavo» y «La Vieja». En tanto, existe otro presunto involucrado en calidad de prófugo.

La suma de 110 mil pesos; un auto Chevrolet Onix; dos revólveres, los chalecos y dos intercomunicadores fue lo secuestrado en los operativos.