" No vamos a mover el tipo de cambio, mantendremos el dólar en $8 ”. Con esa frase el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich intentó convencer a las principales cerealeras y a los productores que liquiden cuanto antes la cosecha de granos. Pero mientras se llevaba a cabo ese encuentro, del que participaron también Axel Kicillof y Juan Carlos Fabrega, el titular del Banco Central, bajó la orden de impedir una nueva suba del dólar.

Así el billete oficial cerró sin cambios a $8,025. La escasez de divisas empujó a la autoridad monetaria a cerrar el grifo a los importadores. Ayer autorizó la compra de apenas el 10% del volumen diario de divisas que les había permitido en enero. De esta manera, al limitar la demanda no tuvo necesidad de vender dólares para mantener controlado al tipo de cambio, pero la sangría de reservas continuó y quedaron a un paso de perforar el piso de US$ 28.000 millones.

Ayer durante la primeras horas de la mañana, hubo llamados a bancos y a grandes empresas importadoras pidiendo que posterguen sus compras de divisas. Sucede que el Gobierno apuesta a que tras la reunión de ayer -y las que se celebrarán en los próximos días porque la convocatoria se reiterará esta semana-, el campo liquide el stock que mantiene retenido, que según el Gobierno asciende 8 millones de toneladas de soja y según los exportadores no llega a 6 millones.Eso daría liquidez necesaria para que este mes se liberen compras a los importadores sin que el Banco Central tenga que salir a liquidar divisas de sus reservas.

Los exportadores de granos vendieron en la última semana un promedio diario de US$ 21,6 millones, una cifra que insuficiente para abastecer la demanda. Esa situación empuja al alza al tipo de cambio, pero tras la abrupta devaluación de enero el Gobierno ahora quiere que el dólar se estabilice.

Para lograrlo el Banco Central tuvo que salir a vender dólares, lo que aceleró la pérdida de reservas que mermaron en US$ 2.499 millones durante enero.

Esa caída en las tenencias de la autoridad monetaria encendieron la alarma oficial. Por eso desde la entidad que preside Juan Carlos Fábrega esperarán a que ingresen los dólares del sector agroexportador para habilitar nuevamente la compra de divisas a importadores. Así al dejar afuera a los compradores, el volumen negociado cayó de manera significativa: concentró US$ 147 millones, casi la mitad del promedio diario que movía a principios de enero.

El dólar oficial cerró ayer como el viernes a $8,025. La instrucción del Banco Central fue la de mantener congelado el tipo de cambio para mostrarle a los exportadores de granos que pese a la abrupta devaluación de enero, en febrero mantendrán contenida la suba del billete estadounidense. De esta manera, el Gobierno busca desestimar la expectativa de devaluación para empujarlos a que liquiden sus divisas.

“El problema es que la brecha con el blue sigue siendo alta”, explican en un banco. “Entonces quedarse con el stock de soja se convirtió en un seguro de cambio”, agregaron. Ayer el blue cerró en $12,55.

La brecha que lo separa del oficial es del 56%.

Pese a que no intervino en el mercado cambiario, el BCRA siguió ayer perdiendo reservas.

Cayeron en US$97 millones, a US$28.003 millones porque la autoridad monetaria tuvo que cancelar un pago de importación de energía y una deuda pendiente con el BID.

Si los dólares no llegan, en el Gobierno piensan en limitar el acceso al crédito en pesos a los exportadores para empujarlos a buscar financiamiento fuera del país.