La autopsia practicada al cuerpo hallado el martes en una laguna detrás del complejo de un sindicato, en el barrio Quintana de Capital, arrojó que presentaba heridas de arma blanca en la zona del cuello y de pensar que se trataría de una muerte por ahogamiento, ahora se investiga un homicidio.

La necropsia realizada en la jornada de ayer en la morgue judicial ubicada en el cementerio de Laguna Brava permitió establecer a los forenses que las lesiones que tenía, a simple vista, el cadáver de Hugo Ramón Ramírez, de 49 años, en la zona del cuello no eran producto de la acción de alimañas del espejo de agua.

En contrapartida, las laceraciones en ese lugar del cuerpo fueron producto del uso de un arma blanca que finalmente le causaron el deceso al hombre que estuvo más de 48 horas desaparecido.

Ahora los detectives deberán armar el rompecabezas de las últimas horas que pasó con vida Ramírez. Para ello tomarán declaración testimonial a quienes participaron en la noche del sábado de una fiesta de cumpleaños que se celebró en una vivienda del barrio Doctor Montaña.

“No se tienen pistas firmes ni un sospechoso en particular en la mira”, confesó anoche una alta fuente investigativa a época. En tanto, trascendió que se inició la ronda de testimoniales sin que se registren aprehensiones hasta el cierre de esta edición.

El caso
El martes por la mañana, el cadáver de Ramírez fue reconocido por su concubina en base a las prendas de vestir que llevaba puestas, luego de ser encontrado por la Policía.

El macabro hallazgo se dio cuando un cuidador del complejo polideportivo del Sindicato de Luz y Fuerza, situado en avenida Maipú a la altura del 4.000, en el barrio Fray José de la Quintana, divisó un cadáver en aguas de una laguna allí existente.

Por esta razón dio aviso a la Fuerza de seguridad que envió, por razones de jurisdicción, un móvil de la comisaría Decimocuarta cuyos agentes constataron la presencia del cuerpo sin vida de un hombre mayor de edad. Al lugar sólo se puede acceder caminando y está bastante alejado de la mencionada arteria capitalina.

Luego se dispuso la presencia de efectivos de la Policía de Corrientes y de Bomberos Voluntarios. Estos últimos, con suma paciencia y cuidado, rescataron el cuerpo.

“A simple vista (el occiso) presentaba magullones y signos de haber sido atacado por alimañas que habitan en la laguna. Se notaba un herida profunda en el abdomen y otras lesiones en el sector del cuello”, explicó a época una fuente que participó de la extracción del cadáver del espejo de agua. Luego la autopsia comprobaría que se trataba de heridas realizadas con un arma blanca.

También se apersonó la concubina de quien resultaría ser Ramírez, que lo reconoció gracias a cómo vestía. “Al momento de su ausencia usaba camisa de color crema, bombacha de igual color y calzaba botas de cuero negras”, indicaron voceros oficiales a este medio.

La última vez que vio con vida a su marido fue cuando ambos, en la noche del sábado, acudieron a una fiesta de cumpleaños en la casa de unos amigos en el barrio Doctor Montaña. Ese día la mujer, identificada como María Torres, se ausentó cerca de las 3 del domingo junto a sus hijos, quedando Ramírez en el festejo.

Al día siguiente despertó y el hombre no había vuelto, razón por la que lo buscó e indagó entre los presentes en el acontecimiento y todos indicaron que se había retirado por sus medios y nada sabían de su paradero.

Esto motivó a que, luego de ir y venir entre sedes de las comisarías Decimocuarta y Vigésima, en esta última dependencia le tomaran la exposición por desaparición de persona.

Justamente en esta comisaría se lleva a cabo la investigación por el caso ahora caratulado como “supuesto homicidio”.