La joven en cuestión estaba hablando por teléfono con su amiga tranquilamente teniendo una amena conversación que se alargó hasta los 40 minutos hasta que empezó a notar que el equipo empezó a calentar más de lo normal sintiendo alta temperatura en la zona del pómulo.

En ese instante intentó finalizar la llamada pero el equipo no le respondió, y después de varios intentos escuchó un sonido de explosión y la pantalla estalló rajándose y despidiendo esquirlas hacia su rostro.

Inmediatamente fue trasladada a una clínica por unos compañeros de trabajo donde fue atendida por la irritación, raspaduras y abrasiones que recibió. En la clínica pudieron desinfectar el área, limpiar bien y ser tratada con anti inflamatorios.

Como final feliz, se sabe que al otro día su ojo y lastimaduras ya se encontraban bien y pudo regresar a su vida normal.

Si bien ella reconoció que en algún momento el iPhone 5 se le cayó y quedó marcada o abollada la misma esquina donde luego explotaría, no sabe si tiene algo que ver.

La gente Apple van a estar investigando el caso para tratar de saber qué produjo esa explosión.

Es importante que sepamos o recordemos que estos aparatos que nos llevamos al rostro constantemente pueden ser potencialmente peligrosos si no son usados como corresponde.

No se recomienda usar un teléfono celular cuando se está cargando. Mientras más se usa más temperatura toma, y si encima de eso se añade la temperatura de la carga normal de la batería, puede estar bastante caliente.

No se recomienda usar cargadores o baterías genéricas o no originales. Usualmente tienen una manufactura de dudosa procedencia y no cumplen con los estándares necesarios para asegurar el buen funcionamiento del equipo.

Aun teniendo todo original, hay que usar el sentido común y si el equipo está levantando temperatura, conviene darle un descanso.

Hay muchos casos de diferentes equipos de diferentes marcas que han estallado, o prendido fuego por usar accesorios no originales. Tomemos lección.