El preso de la Unidad Penal número 1 de la capital de Corrientes que estuvo evadido durante unas 15 horas logró escapar el jueves a la madrugada, luego se refugió en dos viviendas, una donde vive su madre y otra donde trabaja su padre, y cuando lo detuvieron estaba influenciado por la reciente consumición de droga.

Jorge Martín Romero, de 21 años y condenado a permanecer en prisión hasta 2017, fue ayudado por sus familiares directos antes de ser encontrado mediante un eficiente trabajo de un grupo especial de efectivos del Servicio Penitenciario Provincial (SPP).

De acuerdo a información recabada de parte de época, Romero huyó de la cárcel entre las 4:30 y las 5 subiendo primero a un árbol y luego escalando la pared perimetral con calle Don Bosco. Sus movimientos antes de la evasión quedaron registrados en una cámara de seguridad interna, donde se lo veía acompañado de un segundo reo que desistió de huir.

Sin ser advertido por ninguno de los centinelas dispuestos en puntos estratégicos, como tampoco del controlador de cámaras, Romero subió al muro y paso seguido se lanzó a la calle, para después correr hacia el interior del barrio Ferré y seguir camino en dirección a la zona Sur de la ciudad.

Si bien el escape ocurrió a la madrugada no fue sino hasta alrededor de las 13 que las autoridades del penal supieron de su ausencia. Tras un recuento en el Anexo Sector de Menores Adultos corroboraron que el interno “se hizo humo”. Si bien ya tiene edad para no estar allí dispusieron su alojamiento en el lugar debido a su problema de adicción a las drogas.

La situación generó una amplia movida con el pedido de apoyo a la Policía. Así, creyendo que la fuga era reciente o en pleno proceso y no de varias horas antes, cercaron todo el perímetro con varios móviles, cuerpos especiales y la presencia de todo el personal disponible, incluso de aquellos que gozaban de franco de servicio.

Pasadas las 14 supieron que el escape ya era cosa consumada. Se reforzaron las vigilancias y como no había incidentes u otra anormalidad con el resto de la población carcelaria bajó el nivel de alarma.
Desde ese horario y hasta las 20:30, cuando sucedió la recaptura de Romero, la Sección Búsqueda y Seguimiento del Servicio Penitenciario, a cargo del oficial Marcelo Sandoval, secundado por el sargento ayudante Hilario Sandoval, el cabo Juan Enrique Encinas y la agente María Paz Ramírez, tuvo un intenso despliegue tras los rastros del fugitivo.

Romero, preso en el Penal 1 desde octubre de 2012, había cometido el robo por el cual fue condenado a 5 años de prisión cuando era menor de edad. Por ello su causa siempre la tramitó el Juzgado de Menores.

Según la pesquisa, apenas salió del Penal el evadido primero buscó refugio en casa de su madre, en calle Hernandarias al 3900 del barrio Quilmes, habitada también por una hermana y un hermano menor (tiene otro medio hermano también preso en la cárcel 1).

Los penitenciarios abocados a su recaptura supieron que cerca del mediodía el prófugo fue visto caminando precisamente junto a su hermana. Lo hicieron saliendo a la avenida Garay y luego en dirección a la avenida del IV Centenario.

Poco a poco los “rastreadores” empezaron a seguir el camino recorrido por Romero. Así, indagando en distintas partes de la capital ubicaron el domicilio del barrio Parque Cadenas Norte donde el fugitivo decidió esconderse.

Se trata de una casa en construcción. Allí trabaja y a la vez oficia de sereno el padre del joven, Jorge Pilar Romero.

Una vez que rodeó la vivienda el personal de Búsqueda y Seguimiento del SPP habló con el hombre y éste decidió no interferir en el procedimiento de recaptura.

A Martín lo encontraron bajo un estado de somnolencia, como adormecido ante la reciente ingesta de sustancias estupefacientes.

Después de ser revisado a manos de un médico las autoridades del SPP lo trasladaron hacia el Área de Seguridad del Hospital de Salud Mental “San Francisco de Asís” para ser tratado de su adicción. Ante lo sucedido existe en marcha un sumario interno para que los efectivos encargados de la vigilancia al momento de la fuga hagan su descargo y cuenten por qué no advirtieron la salida del interno.