El técnico de fútbol de las divisiones inferiores del Club San Martín, de la localidad de Ituzaingó, continuará detenido a la espera de que se resuelva su situación procesal. Está acusado del delito de corrupción de menores. Por el caso sólo existen tres denuncias formales.

Fuentes ligadas a la investigación informaron a El Litoral que el entrenador, de apellido Guzmán, solicitó a través de su abogado la excarcelación. El juez que entiende en la causa, resolvió en las últimas horas denegarle el beneficio de la libertad, por lo que seguirá preso hasta que culmine la pesquisa.

Aún resta finalizar los informes de las pericias practicadas a la computadora, un pendrive y dos teléfonos celulares que utilizaba el técnico de fútbol, que fueron secuestrados en el allanamiento a su vivienda. Los resultados podrían determinar si DT mantenía charlas eróticas a través de Facebook con sus dirigidos de entre 12 y 14 años.

Por otra parte, los menores involucrados están manteniendo entrevistas con psicólogos de la Justicia para conocer si alguno de ellos fue abusado y si es verdad la versión de que el profesor los invitaba a masturbarse y mirar películas pornográficas en los horarios que no se llevaban a cabo las prácticas de fútbol.

La detención del entrenador se produjo en la noche del 3 de abril de este año. Guzmán se presentó espontáneamente en la Comisaría Segunda al tomar conocimiento de que había un pedido de detención sobre su persona.

La primera en radicar la denuncia fue una mujer, madre de uno de los chicos que asistía al club.
Hizo entrega de 180 copias en hojas A4 de las conversaciones a través de chat que el acusado mantenía con su hijo.

La mujer contó a la Policía que accedió a la cuenta de Facebook del menor y allí descubrió los diálogos de alto contenido erótico que el técnico mantenía con el adolescente.

La mujer se hizo pasar por su hijo e inició una conversación con Guzmán para confirmar que se trataba del mismo.

Los conceptos sexuales vertidos en la charla por el DT, llevó a la mujer a imprimir toda la conversación y otras que el hijo mantuvo con su entrenador, y se dirigió a la comisaría.

Ante el escándalo y la noticia que corrió por la ciudad como regadero de pólvora, otro padre se animó a denunciar lo mismo.

En la dependencia policial entregó 70 copias de conversaciones que el detenido tuvo con su hijo.