Entre el recuerdo de su arte y el cariñoso recuerdo de familiares y amigos fue despedido hoy el artista Dionisio Soler, quien falleció la mañana del viernes, a los 50 años en un accidente automovilístico.

Familiares, músicos y amigos despidieron con aplausos los restos de Soler, que fueron velados desde anoche en el Teatro Vera de esta Capital.

Minutos antes de las 17, recibió una emotiva despedida con las voces de el tenor correntino Emilio Aguilera y el cantante de los de Imaguaré Nicolás Cáceres.

Aguilera le dedicó la opera Nessun dorma, del acto final de la ópera Turandot, de Giacomo Puccini (1858-1924), que se traduce del italiano como "Nadie duerma".

"No puedo salir del asombro, estoy consternado. Hoy quiero recordarlo cantando", comentó Aguilera.

En segundo lugar Nicolás Cáceres, le cantó el chamamé “Peregrino de la esperanza” y señaló antes de empezar: “Perdimos a un gran artista, y como los chamameceros despedimos a los nuestros con música, que mejor que este chamamé para Dionisio”.

La emoción y las lágrimas se volvieron aplausos.

El cortejo fúnebre rumbo al cementerio local, ocupó dos cuadras de autos y el féretro donde descansaban los restos del artista estaba cubierto de flores.

También estuvieron en el teatro, sus alumnos de la academia de danzas Diarte. Jóvenes con llanto incontenible, y los colegas del carnaval por el que tanto trabajó, se acercaron a rendirle su tributo.

El artista falleció el viernes a los 50 años cuando su auto perdió el control y despistó cayendo a una zanja con agua, a la altura de la localidad de Bella Vista.

Conducía un automóvil Chevrolet Corsa e iba acompañado de otras tres personas. Regresaban de la ciudad de Esquina, donde el grupo iba a presentar una obra titulada “El Cristo del Madero” que se presentaría en Semana Santa.