Un menor de 15 años fue hallado sin vida y con un tiro en la cabeza en el patio de su casa en el barrio Arazaty de Capital y si bien todo apuntaría a que podría tratarse de un posible suicidio, la Policía no descarta otras cuestiones de fondo y caratuló el hecho como “muerte dudosa”.

El macabro hallazgo lo habría realizado la propia abuela del menor, quien llegó a la finca ubicada por calle Díaz de Vivar al 1800, casi calle General Paz, y vio tirado en el medio de una construcción de paredes semilevantadas el cuerpo sin vida de Adrián, su nieto de 15 años, quien presentaba un disparo en la cabeza, en uno de sus parietales.

A su lado, un revólver calibre 32, modelo viejo, según indicaron fuentes judiciales.

Si bien todo apuntaba a que se trató de un posible escenario de suicidio, varios elementos hicieron que el fiscal que trabajó en el lugar de los hechos pidiera al Juzgado de menores que ordenara la realización de una autopsia. Es que el menor fue hallado en el patio de la casa y el disparo, según muchos de los vecinos en el lugar, nunca se escuchó, teniendo en cuenta el calibre del arma y que fue en una calle angosta con casas muy pegadas unas con otras.

Minutos más tarde llegó también al lugar una jovencita que sería la novia del menor quien dijo que no hubo discusión entre ellos en las últimas horas, aunque él ya había amenazado con quitarse la vida.

Algunos vecinos indicaron a época, que el menor ya había tenido problemas de consumo de estupefaciente y se lo notaba depresivo, pero jamás pensaban que podría tomar semejante determinación.

Lo cierto es que a medida que pasaban los minutos, la cuadra fue llenándose de familiares y amigos, quienes reclamaban que se esclarezca y que los vecinos digan lo que vieron, pero todos aseguraban no haber escuchado, ni visto nada sospechoso.

Se cree que el menor murió entre las 4 y las 6, es decir, más de dos horas antes de ser hallado el cadáver. Lo cierto es que el cuerpo de Adrián fue trasladado hacia la morgue judicial.