Otro patrullero dependiente de la comisaría, resultó seriamente dañado, cuando pretendía junto a otros móviles y efectivos, mediar en un conflicto vecinal en el barrio Arazaty. Afortunadamente, no hubo efectivos de la Policía lesionados tras la lluvia de piedrazos con los que fueron recibidos. No es la primera vez que la fuerza queda con un vehículo fuera de servicio por situaciones similares en la zona.

Si bien el hecho ocurrió en la madrugada del sábado, alrededor de las 5, recién se conoció ayer, cuando la falta de un móvil comenzó a afectar el servicio de seguridad que debe prestar la comisaría Segunda.

Según dejaron trascender a época voceros oficiales, cerca de las 5 de la madrugada, la comisaría fue alertada a través del sistema 911, sobre una pelea de grandes proporciones en inmediaciones de calles Necochea y Suipacha, en pleno barrio Arazaty.

Si bien varios móviles fueron en apoyo, la lluvia de piedras con las que fueron recibidos los móviles, ocasionaron graves daños a uno de los patrulleros, que sufrió además de abolladuras, sus parabrisas y lunetas destrozadas.

Aún a costa de saber los antecedentes violentos y los varios ataque sufrido por los uniformados, por banda de delincuentes que tiene copado el barrio, los efectivos se adentraron y lograron restaurar el orden.

Según los voceros, también móviles de efectivos del PAR, que apoyaron a la jurisdicción fueron agredidos a piedrazos pero, “estos vehículos están preparados con cobertura de tejido en los parabrisas así que no sufrieron mayores daños”, indicaron.

Si bien se proveyó de otro vehículo a la dependencia, es sólo de apoyo momentáneo.