Buena parte de un supermercado de la cadena Impulso fue destruida por un incendio que comenzó el sábado a la noche y se extinguió ayer a la madrugada, mediante el trabajo de siete dotaciones completas de Bomberos, cinco de la Policía de Corrientes y dos de Voluntarios. El siniestro ocurrió en el sector destinado al depósito como al de elaboración de panificados, donde las llamas provocaron pérdida de mercaderías y material de trabajo, estimada en unos cuantos cientos de miles de pesos.
Alrededor de las 23:30, en la Unidad Especial de Bomberos de la fuerza de seguridad correntina recibieron los primeros llamados sobre un incendio declarado en la sucursal que la firma comercial posee en la esquina de avenidas Maipú y Teniente Ibáñez.
En el lugar había concluido la atención al público. Estaban dos encargados, un custodio de seguridad privada y un efectivo policial de servicio adicional. Apenas notaron la humareda en la parte posterior empezaron a llamar a los números de emergencia 100 y 911.
Primero fueron enviados un par de camiones cisterna pero el fuego cobró enorme magnitud y poco a poco acudieron refuerzos, bajo un intenso ulular de sirenas que rompían el silencio de la noche.
Además del trabajo de bomberos acudieron patrulleros para mantener alejada a la gente y para hacer el desvío de vehículos con el fin de que no circulen sobre ese sector de avenidas Maipú, La Paz y Teniente Ibáñez. Había temor de explosiones dada la existencia de contenedores de gas, como también de otros productos inflamables.
“La parte afectada fue la del depósito de mercaderías como de equipamiento de trabajo; también la parte de la panadería”, indicó un vocero policial. Las llamas no alcanzaron el salón de ventas.
El incendio “fue extinguido cerca de las 3:30. Sólo se produjo daños materiales en la parte edilicia además de las mercaderías que allí se encontraban y un grupo electrógeno”, dijo la Policía en un informe de prensa.
Uno de los problemas de los socorristas estuvo dado en la provisión de agua. No podían recargar los tanques ante la falta de bocas que deberían existir para combatir semejantes siniestros.
Tampoco hay que olvidar la falta de más y mejor equipamiento, como ser el de una escalera mecánica (tipo grúa) a fin de lanzar agua desde las alturas.
Ayer, empleados del supermercado (no abrió sus puertas) removían los restos con la atenta colaboración de una dotación de bomberos. Todo seguido de cerca por numerosas personas llegadas desde barrios cercanos, como el San Marcos, Colombia Granaderos y Unión. “Esperamos a ver si nos dan algo que a ellos no les sirva y a nosotros sí. Por ahí alguna mercadería”, explicó una mujer apostada cerca del acceso.
Las pericias en procura de determinar la causa del siniestro estaban a cargo de la Unidad Especial de Bomberos. Las presunciones llevan a hablar de un cortocircuito.
