La vida florece en los montes chaqueños. Tania, la yaguareté que el programa de Rewilding Argentina llevó a El Impenetrable, tuvo tres crías en los primeros días del mes de febrero. También son hijos de Qaramta, el ejemplar que vive salvaje en los bosques aledaños al río Bermejo, en el extremo Oeste de la vecina provincia.

El macho ya logró concebir seis crías. El proyecto aspira a multiplicar la especie que hace casi un siglo está en peligro de extinción. De hecho, estuvo extinto por más de 70 años en los esteros del Iberá, donde se comenzó con un programa de reintroducción que ya tiene a crías nacidas en los esteros, viviendo libres.

Estiman que los tres nacieron el 2 de febrero, cuando Tania se recluyó en su madriguera, luego de la segunda juntada con Qaramta. Lamentablemente, uno de ellos -el más pequeño- murió. De todas formas, es poco habitual que una hembra tenga más de dos cachorros por camada.

Gerardo Cerón, coordinador de conservación del proyecto El Impenetrable de Rewilding Argentina, destacó: "Al día de hoy, Qaramta engendró a siete yaguaretés gracias a estas acciones de manejo activo de grandes felinos, como cruzar una hembra de cautiverio con un macho silvestre, algo que no se había hecho nunca antes en el mundo". Resaltó, además, que de esa forma se trabaja en la preservación genética con la descendencia del animal.

Los dos cachorros sobrevivientes se suman a los individuos que podrán ser liberados en un territorio en el que no se tenía certeza de la presencia del yaguareté en el Chaco argentino hasta septiembre de 2019, cuando se descubrieron las huellas de Qaramta a orillas del río Bermejo.

Al poco tiempo de su descubrimiento, se logró capturarlo, equiparlo con un collar satelital e iniciar un proyecto de recuperación de la especie que, si bien está en sus comienzos, ya está resultando muy prometedor.

También informaron que no se conocen registros recientes o avistamientos de hembras en el Chaco argentino y por ello la única posibilidad de que Qaramta se reproduzca, perpetúe sus genes y contribuya a aumentar la población de su especie en toda la región es llevando hembras de cautiverio y con ellas trabajar en repoblar el monte.

Destacaron que con el progresivo regreso del depredador tope, se recuperan interacciones ecológicas que son clave para su buen funcionamiento.