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Deportes

Lunes, 21 de Marzo de 2022
SUPERCLÁSICO: BOCA LE GANÓ A RIVER EN LA NOCHE DE ROSSI

Villa aprovechó un horror defensivo del Millonario y el arquero sostuvo el triunfo por 1 a 0 en el Monumental.

Agustín Rossi tuvo la noche que tanto soñó. Tantas veces cuestionado en el pasado, el arquero vive ahora un momento inmejorable. Fue clave en la obtención de la Copa Argentina, pero le faltaba un casillero: ser figura en un Superclásico. Lo llenó en el Monumental: fue una muralla para el triunfo xeneiza por 1 a 0 con un gol de Sebastián Villa que trae alivio a un 2022 con vaivenes. 

El Millonario buscaba continuar su senda positiva, con un plantel que tuvo unos cuantos refuerzos de jerarquía que buscarán potenciar el exitoso ciclo de Marcelo Gallardo. Más complicada era la actualidad del Xeneize, con presente irregular y un Sebastián Battaglia cuestionado.

Mucho se había hablado en la semana de la decisión de Boca de utilizar la camiseta alternativa de color amarillo. Incluso Algunos medios señalaron que había sido por consejo de un chamán. Especulaciones al margen, fue la primera vez en la historia del Superclásico que el xeneize utilizó una camiseta diferente a la azul y oro.

La polémica continuó en las inmediaciones del Monumental, donde unos 18 hinchas fueron detenidos. Según la policía, los incidentes se produjeron porque intentaron ingresar sin entrada. Hay dos efectivos heridos, de las cuales una estaba embrazada.

En cuanto al juego, la primera mitad estuvo marcada por la fricción. Las pocas ocasiones fueron por el lado de River. Las más clara la tuvo Julián Álvarez a los 29 minutos, pero se encontró con una respuesta formidable de Agustín Rossi. El delantero fabricó una buena maniobra individual y, en el mano a mano, definió de zurda al cuerpo del arquero, rápido para salir a achicar el ángulo.

Sebastián Battaglia apostó por un planteo que le disptara la pelota en la mitad de la cancha, con la apuesta destacada apuesta del juvenil Aaron Molinas. También incluyó a Darío Benedetto entre los titulares, ausente desde hace un puñado de partidos por limitaciones físicas. El goleador lució fuera de sintónía en la primera parte, absorvido por los centrales millonarios.

La presión de River comenzó a vulnerar cada vez más la defensa de Boca con el correr de los minutos. El más expuesto fue Luis Advíncula, que se ganó la amonestación temprana por una infracción sobre Esequiel Barco y coqueteó con la expulsión durante el último tramo del primer tiempo. 

Battaglia acusó recibo y metió un doble cambio en el entretiempo para mover el avispero. Sacó a Advíncula, que caminaba en la cornisa, y metió a Nicolás Figal. También sentó a Benedetto, visiblemente disminuido, en lugar de Luis Vázquez. No llevaba muchos minutos que el juvenil ya se había generado una ocasión, bien desactivada por Franco Armani.

A la buena lectura de Battaglia se le sumó un horror defensivo de River a los 9 del complemento. Leandro González Pires cubrió la pelota y le marcó a Armani para que fuera a tomar la pelota. El problema es que el arquero no salió y la desinteligencia fue capitalizada por Sebastián Villa, que fulminó desde el área chica. Sin querer queriendo, Boca se enontró arriba en el partido.

River siguió a tono con lo que viene siendo su temporada: un equipo que genera mucho pero concreta poco. Otra vez, Julián Álvarez malogró un cara a cara con Rossi. El arquero siguió agigantando su figura y le sacó un tiro libre al ingresado Juanfer Quintero. Minutos después probó Enzo Fernández y reventó el travesaño.

Boca tamién tuvo las suyas. Juan Ramírez pisó el área, enganchó y sacó un derechazo que alcanzó a rozar Armani; la pelota le qudó a Óscar Romero, que alcanzó a tocarla pero no con la potencia y dirección suficiente para marcar el segundo.

A esa altura, era la noche de Rossi. Paulo Díaz habilitó con un pase milimétrico a Agustín Palavecino, que lo vio adelantado y le cabeceó bombeado. Hubiera sido un golazo, pero el arquero sacó la pelota con un salto en retroceso que graficó su presente como mejor arquero del fútbol argentino. 

Boca aguantó y se terminó llevando un Superclásico con una versión prolija y algunos ganadores claros: Battaglia porque cambió (y bien) a tiempo y Rossi, que llenó el casillero que le faltaba.



Fuente: Telefe