Con temperaturas que superaron los 38°, la sequía y cierta irresponsabilidad de los vecinos (en algunos casos) Corrientes vivió una semana colapsada de incendios forestales que se registraron en diferentes puntos de la provincia.

Palmar Grande, Goya, Carolina, Mburucuyá, Paraje Caimán, Palmira, Monte Caseros, Paso de los Libres, La Cruz, Ituzaingó, Paso de la Patria, Santa Lucía y Lavalle, fueron algunos de los puntos más afectados, y en cada uno se repitió la misma imagen: Bomberos Voluntarios unidos a personal policial y vecinos, soportando más de 42° grados para sofocar los focos ígneos que en todos los casos amenazaron con llegar a las zonas urbanizadas.

El pasado 11 de enero se registró el primer foco en la localidad de Santa Rosa, donde por poco alcanzó domicilios y aserradores lindantes.

Goya no quedó exenta, por varios días fue protagonista de incendios que arrasaron las zonas rurales.

Cerca de Carolina, en la zona del Paraje Batel, entre la sequía y las "quemas", se iniciaron cuatro siniestros de magnitud en los que intervinieron cuatro autobombas y 30 efectivos de bomberos voluntarios.

Al día siguiente, la alerta fue para San Miguel y Loreto, donde los incendios -entre otros daños- provocaron que dichas localidades quedaran sin energía eléctrica tras quemarse los postes de la DEPEC.

En horas de la siesta, cuando el sol quemaba sin tapujos, personal de la empresa trabajó por Ruta 5 y el empalme con Ruta 118 buscando restablecer el servicio para los ciudadanos.

Al tercer día, la ola llegó a Tapebicuá. La postal fue estremecedora, ya no sólo intervenían los bomberos, sino que eran los propios residentes quienes, ante el miedo de perder sus casas, acarrearon litros de agua para que, entre todos, lograran sofocar las abrazadoras llamas.

Ese día se hizo eco de la apremiante situación el Gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, quién a través de sus redes sociales llamó a los ciudadanos a tomar conciencia de la situación. "En un contexto de altas temperaturas, sequía y bajante (del río), es fundamental el compromiso colectivo para evitar los incendios que dañan a personas, animales y naturaleza", posteó.

También, el Jefe de Operaciones de Defensa Civil, Orlando Bertoni, apuntó a la importancia de evitar las quemas y felicitó la intervención que llevaron a cabo tres dotaciones de Bomberos de Paso de los Libres, una de Bonpland y una de La Cruz; más el trabajo de la Asociación Forestal Argentina y el avión hidrante contratado por la provincia, quienes gracias a su labor evitaron que el fuego consumiera los hogares de la comunidad.

En ese período de tiempo, las llamas habían llegado nuevamente al Paraje Batel (departamento de Lavalle), además de los pastizales ubicados en Itatí, Yapeyú y Berón de Astrada, donde los siniestros no podían ser controlados por la intensidad del calor.

Virasoro no se quedó atrás, más de 600 hectáreas afectadas fueron el saldo de una noche consumida por el fuego. Allí, la situación también amenazaba con llegar a la zona urbanizada, alertando a los vecinos que dormían a escasos centímetros del lugar.

La misma situación se vivió en el Paraje Isla Sola, en la zona oeste de Goya, donde en horas de la siesta intervinieron los bomberos para sofocar el incendio. También se registraron focos ígneos en Paraje Caimán (departamento de San Miguel), Concepción, Palmar Grande, La Palmira (Itatí) e Ituzaingó.

El viernes, los siniestros llegaron a Capital. Esta vez en el kilómetro 1044 de la Ruta 12, donde se quemó el refugio de caballos del Movimiento Argentino para la Protección Animal de Corrientes (MAPAC), quienes a través de sus redes sociales alertaron a la población ante la angustia y desesperación por ver amenazada la vida misma de los seres más nobles, quienes aguardaban asustados por el descontrol.

Además, Goya había vuelto a ser el centro de las llamas, que esta vez afectaron también campos, terrenos forestales y hasta viviendas de Paso de los Libres y Virasoro.

Ante tal panorama, el ministro de Producción de la Provincia, Claudio Anselmo, adelantó que era probable que la semana entrante se declare la Emergencia Agropecuaria en la provincia. De ser así, se asistiría a las zonas damnificadas, comprendiendo beneficios fiscales y líneas de crédito para ayudar a los productores.

Zonas de forestación arrasadas, campos y cultivos significan una gran pérdida para la economía de los correntinos, y es por ello que la situación no deja de ser alarmante.

En cada caso se destacó la labor de los Bomberos Voluntarios, quienes como bien se hacen llamar, no reciben nada más que la satisfacción de hacer bien su trabajo. Ellos mismos, en cada posteo que tras horas de trabajo realizaban, empleaban el mismo mensaje: "no a la quema".