En la madrugada de hoy se registró una reunión superando el número de personas permitidas y con música a alto volumen. La policía debió intervenir de inmediato.
En medio de las fuertes declaraciones del gobernador Valdés tras la fiesta electrónica polémica, en la capital correntina se continúan produciendo “festejos” clandestinos. Los efectivos del GRIM 4, ante la denuncia de vecinos, llegaron hasta un domicilio ubicado por Quinquela Martín y J. Muñiz, en el límite entre los barrios Popular y San Gerónimo.
Allí se realizaba una fiesta clandestina con la concurrencia de muchos jóvenes.
La comitiva policial cumplió con las directivas vigentes impidiendo la continuidad del encuentro, retirando a los jóvenes (unos 50, incluido algunos menores) e invitándolos a volver a sus hogares.