Se trató de un embarazo producto de un abuso sexual. La decisión de una magistrada de Paso de los Libres contó con el aval de la joven madre correntina. “No quiero tener de nuevo otro bebé a la fuerza”, había declarado en su denuncia.
Por primera vez en Argentina, un Juzgado de Familia otorgó la adopción, antes del parto, de un bebé producto de un abuso sexual.
La jueza de Familia de Paso de los Libres, Marta Rut Legarreta, autorizó una adopción prenatal a pedido de una joven de 18 años que afrontaba un embarazo y que meses antes había reclamado un aborto no punible.
La medida fue dispuesta el 12 de julio y tomó rápidamente trascendencia en la agenda nacional porque sentaría jurisprudencia para que otros jueces fallen de igual manera ante casos similares.
El matrimonio que obtuvo la tenencia provisoria es de Paso de los Libres y logró la autorización de Legarreta de llevarse a la beba luego de que la joven de 18 años, quien inició el trámite de entrega para adopción prenatal, expusiera su voluntad en el juzgado.
El recién nacido quedó al cuidado de un matrimonio que se hallaba inscripto en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (RUA-Corrientes), quienes desempeñarán como guardadores provisorios.
La madre fue notificada de que gozaba de plena libertad para cambiar su decisión desde el momento mismo del nacimiento del niño, o en caso de mantenerse firme podía ratificarla luego de los cuarenta y cinco días posteriores al nacimiento.
El hecho
La joven madre se presentó con una tía ante el Juzgado el pasado 27 de marzo y manifestó el deseo de realizarse una interrupción del embarazo, señalando que este era producto de reiteradas violaciones por parte de su padrastro, de quien ya tenía una hija de 2 años.
Vale señalar que la joven se escapó de su hogar, en la localidad de Alvear, cuando el periodo de gestación llegó a las 23 semanas. Su destino fue la casa de este familiar, en un paraje de Paso de los Libres.
Los abusos sexuales, según la denuncia, habrían ocurrido desde que tenía 13 años.
“No quiero tener de nuevo otro bebé a la fuerza, producto de una violación”, dijo la víctima en la audiencia.
Tras ser informada sobre el derecho a practicarse un legrado (raspado uterino) por tener un embarazo en curso producto de una violación, la mujer acudió al hospital “donde se interiorizó de los riesgos que implicaba el tratamiento, por lo que decidió entregar en adopción a la niña por nacer”, explicó la jueza en su resolución.
Fundamentos de la decisión de la magistrada
Legarreta expresó en su sentencia que se trata de una medida urgente tendiente a evitar los riesgos que acarrearía la permanencia del niño junto a su madre por el plazo que estipula la legislación, en contra de su voluntad, sumido al peligro de un posible abandono.
“No quiero ver al bebé durante el nacimiento, quiero que esté la familia adoptante presente”, expresó la joven ante la a Asesora de Menores.
La medida se tomó bajo la condición de que luego la progenitora ratifique su decisión en tiempo oportuno.
El fallo fue “una respuesta de fondo y humanista ante el excepcional caso que se presenta”, concluyó.