Mañana a las 11 es la cita. La cúpula del Sindicato de Trabajadores Judiciales de Corrientes (Sitraj) se reunirá con el presidente del Superior Tribunal de Justicia Guillermo Semhan, con varios puntos en la agenda.

El primero, un saludo de despedida de año y del cargo, ya que el mercedeño dejará el puesto el 1 de febrero, fecha estipulada para el traspaso a Luis Eduardo Rey Vázquez quien resultó electo semanas atrás, para cortar con el mandato de un lustro en el que quedaron más puntos en el debe que en el haber en la conducción del máximo organismo del Poder Judicial. Pero el tema central (y que el Sitraj entiende como clave) es el referido a lo salarial, ya que el incremento otorgado recientemente no conformó a la dirigencia sindical, y se lo harán saber.

El 10 por ciento que faltó completar (desde la óptica del Sitraj) resulta de vital importancia para paliar la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores del Poder Judicial luego de las sucesivas devaluaciones e inflación. Esto se lo van a hacer saber a Semhan, quien en reiteradas oportunidades abrió las puertas a la cúpula del Sitraj, pero siempre con soluciones a medias a las peticiones de los sindicalistas. Otro de los puntos que se busca quede claro, es lo referido al porcentaje de incremento para febrero (un 5 por ciento). Los trabajadores dicen que corresponde al ejercicio salarial de 2018 pese a que se pagará el año que viene, situación que podría ser interpretada como un adelanto salarial para el 2019.

El permanente reclamo del Sitraj para que Semhan imponga la autarquía judicial quedará quizás en el recuerdo de lo que no se hizo. Es ese (la ley de autarquía) el elemento clave para establecer las prioridades presupuestarias, en las que están los salarios. Y que desde el STJ no se animaron a aplicar durante la gestión de Ricardo Colombi, actor dominante del control judicial, y que ahora mantiene el poder con la presidencia de la comisión que designa los jueces, y el control del Jury de Enjuiciamiento. El encuentro con Semhan servirá, además, como una señal a ciertos sectores de empleados judiciales que buscan abrir otro canal sindical, a través del gremio que a nivel nacional responde a Julio Piumato, asiduo asistente a almuerzos correntinos con dirigentes políticos que también buscan una puerta de entrada en ese ámbito como plataforma de control de los espacios de poder dentro del Poder Judicial. No resulta entonces menor el convite de mañana, aunque para la prensa se lo vaya a mostrar como un saludo protocolar de fin de año. Será una de las últimas apariciones como titular del STJ, de un presidente que no pudo torcer la voluntad del Ejecutivo en cuestiones presupuestarias, y que siempre demostró sintonía con las directivas de Salta y 25 de Mayo. Quizás por afinidad en algunas decisiones, en otras tal vez por obediencia, pero (casi) nunca dejando mal parado al poder de turno que, casualmente, coincidió con un conocido de la adolescencia del Paiubre. Los viejos compañeros de secundaria ya no están en los lugares de relevancia institucional (uno como Gobernador, el otro como ministro del Superior Tribunal de Justicia).

En medio de todo, la independencia de los poderes flagelada y congelada en su real dimensión para sostener un modelo.