Otro caso de femicidio en el que el homicida contaba con denuncias por violencia de género. En la localidad correntina de Curuzú Cuatiá, Silvia Karina Ávalos, de 42 años, fue degollada por Luciano Oscar Miño, de 62, quien fue su pareja tiempo atrás y se quitó la vida tras cometer el hecho. El lugar elegido para el trágico final fue la casa en la cual vivía la mujer junto a sus tres chicos, de 5, 7 y 18 años.

Los habitantes del barrio Alberdi, en la localidad curuzucuateña, se vieron conmocionados cuando a las 8:45, hallaron los cuerpos sin vida en una vivienda ubicada en inmediaciones del cruce de calles Vicente López y Alberdi.

Esa zona se encuentra en el límite con el barrio Centenario.

De acuerdo con la información brindada a época, Ávalos y Miño no convivían, pero sí hubo una relación tiempo atrás, la cual no finalizó en buenos términos.
El deterioro fue tal que el hombre tenía denuncias en la comisaría por violencia de género y, por lo tanto, una restricción judicial para acercarse, tanto a la mujer como al inmueble en el cual residía.

Ávalos salió de su casa camino a la escuela a la cual llevaba al más chico de sus hijos. En tanto, el mayor de 18 fue a trabajar y el chico de 7 años quedó en el domicilio.
Al regresar, la mujer se encontró con Miño fuera de su inmueble, quien la habría invitado a hablar.

Sin embargo, según vecinos de la zona, comenzaron una discusión que terminó de manera trágica.

El hombre degolló a Ávalos con un cuchillo de cocina y luego se quitó la vida. Murió desangrado.

Los testigos que observaron el hecho, llamaron de inmediato a la ambulancia y a la policía, que no tardaron en llegar.

En el interior de la casa se encontraba el pequeño de 7 años, quien fue recogido luego por sus familiares.
Por la recolección de pruebas, indicios y declaraciones se pudo establecer que Miño premeditó tal desenlace.

Dejó estacionado un automóvil a una cuadra del hogar de su expareja y entre sus ropas llevaba el arma homicida.

La mujer murió desangrada en el patio que hay en la vivienda.

“Los cuerpos de las personas estaban sin vida, no descartan que una pelea haya sido lo que provocó este triste final. Los vecinos no quisieron hablar con la prensa. Sólo manifestaron que la pareja discutió en otras ocasiones”, contó el periodista Pablo Leyes a época.
“La pareja no tenía hijos en común y la Policía no conoce con precisión si el domicilio del hecho pertenece a la mujer o al hombre”, agregó el colega.