Un presunto delincuente, herido de bala en una mano, fue atrapado el jueves a la noche. Lo buscaban desde el martes a la mañana cuando habría participado de un fallido atraco a mano armada, en el que otro malhechor resultó capturado por “vecinos justicieros”.
Un joven relacionado a un asalto a mano armada y posterior tiroteo en la capital correntina, en el que resultó herido de un disparo, resultó detenido dos días después de permanecer prófugo.
Se trata de Sebastián G., de 23 años, con antecedentes penales, a quien el jueves a la noche encontraron efectivos de la División Anti Arrebato en inmediaciones al cruce de avenida Maipú y Ruta Nacional 12.
A la vez, los policías demoraron a otro presunto malhechor, Esteban V., de 32 años, quien sería cómplice o encubridor en el caso investigado. Esa persona, también de frondoso prontuario, es conocida en el ambiente policial con el alias de “Coyote”, en cuyo poder encontraron un revólver calibre 38, con tres proyectiles en el tambor giratorio.
Sebastián G., según se investiga, participó en forma directa del atraco sucedido el martes a la mañana en la esquina de calle Coronel Artaza y avenida Juan Domingo Perón, en el barrio 17 de Agosto.
Aquel día, dos motochorros sorprendieron a un grupo de amigos que estaba delante de un domicilio. Eran cerca de las 6:45, cuando los ladrones, en una Honda CG Titán 150 negra, frenaron de forma abrupta delante de sus víctimas.
Uno de los asaltantes extrajo de la cintura una pistola calibre 11.25 para amenazar a un par de jóvenes de 19 y 20 años.
Sin embargo, el plan de los malhechores no salió bien. Uno de los damnificados, quienes en la denuncia policial asentada posteriormente dijeron que iban a sufrir el robo de distintas pertenencias, lanzó una “patada voladora” al delincuente armado. Así, logró tirarlo al piso. Éste igualmente alcanzó a efectuar disparos que, de milagro, no impactaron en las víctimas.
Desde ese instante se vivieron segundos dramáticos, en los que fueron sumándose otras personas en auxilio de los muchachos asaltados.
Hubo una pelea casi cuerpo a cuerpo, en la que resultó reducido José Roberto Z., de 32 años, domiciliado en el barrio Laguna Seca, también con causas penales en su historial.
A la carrera, Sebastián G. logró alejarse de la zona antes de la llegada de efectivos del Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada 2 y de la comisaría Decimoctava. No obstante, terminó con un balazo en la mano izquierda.
En el suelo quedó tirada la pistola, arma que presuntamente se les “trabó‘”a los maleantes en medio de las corridas y agresiones.
Rastros de sangre permitieron saber a las autoridades que el fugitivo estaría herido. A partir de las declaraciones de los jóvenes asaltados como de otros vecinos, pudieron conseguir pistas para su posterior identificación.
La causa fue iniciada como un supuesto robo calificado en grado de tentativa.
