El País
Jueves, 17 de Mayo de 2018
SALTA: CONCEJAL TRANS DONÓ SU DIETA PARA AYUDAR A MADRES SOLAS
No es mucho lo que percibe en el Concejo Deliberante de Chicoana, Salta, pero la intención de Jessica Ortiz es muy valorada por las madres adolescentes del pueblo.
Jessica Paola Ortiz, la concejal de Chicoana, conocida por cambiar su identidad de género hace cuatro años, decidió entregar todo su dieta para destinarla a la ayuda social de madres solteras de escasos recursos. Apenas asumió en diciembre pasado por medio del Partido Justicialista, en silencio comenzó a trabajar por las mujeres vulnerables y sus hijos.
¿De qué vive entonces Jessica? "Trabajo de lo que siempre hice. Soy decoradora y me va muy bien. Entonces mi dieta de concejal, que no es un sueldo, la destino a mi proyecto social" contó sin tapujos la edil. Son 9 mil pesos que los destina en su totalidad a la asistencia social de las jóvenes madres solteras. "Eso sí, deben demostrar que quieren salir adelante, ya sea estudiando o buscando un bienestar para sus hijos", apunta Ortiz.
La remuneración de los concejales en Chicaona no es mucha, a diferencia de otras jurisdicciones del Valle de Lerma, que superan holgadamente los $9.000. En el caso de Cerrillos y Rosario de Lerma, superan los 30 mil pesos, y ahora en Campo Quijano debaten si elevar la dieta a 25 mil pesos, teniendo en cuenta los 6 mil pesos del año pasado.
"Yo hace mucho tiempo estoy en política. Dos décadas de estar en el Justicialismo. Nunca en otro sector. Soy consciente de que en nuestro pueblo no se puede tener una dieta por arriba de los 10 mil pesos. No es mi problema. Fuimos elegidos para controlar y gestionar proyectos que mejoren la calidad de vida de nuestra gente".
Jessica puntualizó que actualmente vive de su trabajo, que es ornamentación de fiestas, en el cual se desempeña los fines de semana. Un ejemplo de vocación de servicio y solidaridad de la que parecen carecer otros legisladores.
"Con 9 mil pesos no alcanza para ayudar a tanta gente. La ayuda tiene un seguimiento personal para saber que se cumple el objetivo. En mi pueblo haya muchas chicas muy jovencitas con hijos. No estudian y dejan todo, porque nadie las ayudó en su momento".
La concejal no tiene problemas con nadie. Quiere fomentar la educación sexual en las escuelas, realizar talleres de planificación familiar con el hospital y concretar su viejo sueño, un albergue para la contención de las madres adolescentes.
"Vivo de lo mío; tengo bastante trabajo, los arreglos de fiestas y eventos. Tengo tiempo para mi actividad política y personal. No estoy haciendo demagogia con mi proceder. Yo también tuve necesidades, y sé lo que es no tener obra social y que nadie te ayude".
Clara y concisa en sus expresiones. Jessica resalta que en el Valle de Lerma numerosos transexuales siguen siendo considerados "raros" solo por su condición de género.
Ella pudo acceder al reconocimiento de su identidad a través del cambio de nombre en el DNI, por el beneficio de la Ley 26.743 aprobada en 2012. Pasaron cuatro años de aquel día. Hoy discute los proyectos, disiente con algunos de sus pares, pero también reconoce lo que está bien hecho. Se considera una opositora política y no personal del intendente de Chicoana, Esteban Ivetich. Tiene muchas ideas, aunque no las puede concretar por falta de apoyo.
¿De qué vive entonces Jessica? "Trabajo de lo que siempre hice. Soy decoradora y me va muy bien. Entonces mi dieta de concejal, que no es un sueldo, la destino a mi proyecto social" contó sin tapujos la edil. Son 9 mil pesos que los destina en su totalidad a la asistencia social de las jóvenes madres solteras. "Eso sí, deben demostrar que quieren salir adelante, ya sea estudiando o buscando un bienestar para sus hijos", apunta Ortiz.
La remuneración de los concejales en Chicaona no es mucha, a diferencia de otras jurisdicciones del Valle de Lerma, que superan holgadamente los $9.000. En el caso de Cerrillos y Rosario de Lerma, superan los 30 mil pesos, y ahora en Campo Quijano debaten si elevar la dieta a 25 mil pesos, teniendo en cuenta los 6 mil pesos del año pasado.
"Yo hace mucho tiempo estoy en política. Dos décadas de estar en el Justicialismo. Nunca en otro sector. Soy consciente de que en nuestro pueblo no se puede tener una dieta por arriba de los 10 mil pesos. No es mi problema. Fuimos elegidos para controlar y gestionar proyectos que mejoren la calidad de vida de nuestra gente".
Jessica puntualizó que actualmente vive de su trabajo, que es ornamentación de fiestas, en el cual se desempeña los fines de semana. Un ejemplo de vocación de servicio y solidaridad de la que parecen carecer otros legisladores.
"Con 9 mil pesos no alcanza para ayudar a tanta gente. La ayuda tiene un seguimiento personal para saber que se cumple el objetivo. En mi pueblo haya muchas chicas muy jovencitas con hijos. No estudian y dejan todo, porque nadie las ayudó en su momento".
La concejal no tiene problemas con nadie. Quiere fomentar la educación sexual en las escuelas, realizar talleres de planificación familiar con el hospital y concretar su viejo sueño, un albergue para la contención de las madres adolescentes.
"Vivo de lo mío; tengo bastante trabajo, los arreglos de fiestas y eventos. Tengo tiempo para mi actividad política y personal. No estoy haciendo demagogia con mi proceder. Yo también tuve necesidades, y sé lo que es no tener obra social y que nadie te ayude".
Clara y concisa en sus expresiones. Jessica resalta que en el Valle de Lerma numerosos transexuales siguen siendo considerados "raros" solo por su condición de género.
Ella pudo acceder al reconocimiento de su identidad a través del cambio de nombre en el DNI, por el beneficio de la Ley 26.743 aprobada en 2012. Pasaron cuatro años de aquel día. Hoy discute los proyectos, disiente con algunos de sus pares, pero también reconoce lo que está bien hecho. Se considera una opositora política y no personal del intendente de Chicoana, Esteban Ivetich. Tiene muchas ideas, aunque no las puede concretar por falta de apoyo.
