Hace tres meses los impulsores de esta campaña presentaron ante la ONU una declaración de independencia del "país" que ya tiene sus primeros ciudadanos y hasta su propia moneda. Al Gore, ex vicepresidente de Estados Unidos y conocido activista por el medio ambiente se convirtió en el primer habitante simbólico de este Estado residual.
Según argumentan, al convertirse en un país y ser miembro de la ONU, estarían protegidos por la legislación medioambiental de la organización: "Todos los miembros deben cooperar para conservar, proteger y restaurar la integridad del medio ambiente". Por lo que, utilizando la legislación del organismo internacional, "convirtiéndonos en un país, otros países estarían obligados a limpiarnos".
La demanda oficial está debidamente realizada y en curso. Nadie cree que se declare un país pero al menos quieren comprometan a limpiar la basura que no para de contaminar.
El sitio web LADbible, junto a la ONG Oceans Foundation, quieren pedir que la isla de contaminación del Oceáno Pacífico sea reconocida como el país número 196 del planeta.
Fuente: Minutouno