Martes, 11 de Noviembre de 2014

Frente a la Costanera Sur habían pasado algunas horas en que el sol ya se escondió sobre el río Paraná, desde la puerta del complejo se podía ver a fanáticos de Eruca llevar remeras, hacer rondas en círculos, caminar de aquí para allá, charlar y saludarse con amigos. Todo era una excusa válida para hacer correr el tiempo.
Las puertas se abrieron para las diez de la noche, con dos horas de retraso. De igual manera, la prueba de sonido de Eruca Sativa que se escuchaba desde afuera sirvió para calmar un poco las ansias. Así, ya retumbaron fragmentos de “El genio de la nada”, “Para que sigamos siendo” y “Magoo”, todo un oasis de sonidos para los fanáticos que ya querían entrar.
Con la fuerza de riffs de guitarras, Virgina fue la primera banda en subir al escenario. “Somos tres bandas ansiosas por tocar”, afirmó Guido Fernández voz de Virginia que en seis canciones aclimataron la jornada. Por otro lado, desde Resistencia Gran Buffalo presentó canciones de su primer disco “Instinto Animal” además de algunas inéditas. Con mucha presencia sobre el escenario con solos de guitarra y algunos vuelos instrumentales, Gran Buffalo se llevó merecidos aplausos.
Eruca Sativa es una de las bandas de la nueva escena musical que más ha crecido en estos últimos años, su participación en los Grammys Latinos y los Premios Gardel fueron los frutos de años de trabajo de un proyecto independiente que ya es reconocido a nivel latinoamericano. “Se puede decir que hubo como una masividad después de Blanco (2012), que fue el disco que nos abrió muchas puertas”, explicaba Lula Bertoldi cantante y guitarrista de la banda antes de tocar.
Con disculpas de por medio por el retraso del show, pasadas las doce y media la fuerza sonora de “Fuera o más allá” del disco más masivo de la banda arrancó a todo el público del letargo de la espera y dio inició al segundo recital de Eruca Sativa en Corrientes en este año. De las visitas del power trío en la ciudad, es la primera vez que vienen en el marco de su propia gira y no para un festival. Eso se notó en el público que no paraba de agitar cabezas y corear canciones, logrando un ambiente muy íntimo.
“La verdad que las dos veces que estuvimos acá fue conmovedor, el público como que nos adoptó con mucho cariño. Cuando vinimos al Corrientes Rock (2012) no nos conocía nadie y fue fuerte encontrarnos con espectadores muy atentos a las canciones”, señalaba Lula. En el complejo Ribera, ya se armaban los primeros pogos, por la lista de temas iban pasando “Eleanor Rigby”, “Para que sigamos siendo”, “Tu trampa”, superando algunos inconvenientes con el bajo de Brenda Martin.
Si bien Eruca Sativa recayó en la ciudad con un show a fuerza de distorsión, presentaron hace poco su primer disco en vivo y dvd llamado “Huellas Digitales”, con una propuesta sonora muy diferente. Más cerca de lo sinfónico, estos músicos se reversionaron en dos Teatro Opera y una gira por el país llevando el mismo espectáculo. Bertoldi comentó: “Fue un desafío enorme armar todo, más grabar un disco en vivo que no lo habíamos hecho nunca. Parecía que con eso se cerraba el año pero todavía queda mucho trabajo por hacer”.
Con la firmeza en el bajo de Brenda Martin, los golpes fuertes a la batería de Gabriel Pedernera y la voz desgarradora de Lula Bertoldi, ya se había formado una caldera de sonidos y agite a medida que la noche avanzaba. Luego de dar las gracias y aclarar que va a haber una vuelta de Eruca Sativa a la ciudad quedaron en el aire melodías de “Eco”, “Paraíso en retro”, “Guitarras de cartón” “Para nadie”. 
Si bien estos músicos están en constante movimiento, la cantante adelantó que el año que viene van a hacer un parate de shows para entrar al estudio de grabación y empezar a trabajar en el quinto disco de la banda. Es evidente que el crecimiento musical que tiene Eruca Sativa se debe al constante trabajo y la dedicación. “Hemos sacrificado un montón de cosas por estar siempre dándole todo a Eruca, estamos muy felices de eso y no nos arrepentimos de nada”, sentencia Lula.
Cuando parecía que tanto el público ni los músicos podían dar más, la misma Lula Bertoldi se encargó de mover el avispero. “Están muy quietos, estos son los tres últimos temas. A ver si se mueven un poco che”. Con la potencia instrumental de “Magoo”, “Queloquepasa” y “Desdobla”, las personas que estuvieron esperando toda la tarde por ver a la banda también dejaron todo en un embestida de saltos y movimientos de cabezas al ritmo de los cortes de Perdenera.
No fue un show más el que se vivió en el Complejo Ribera por Eruca Sativa, fue un recital con todos los condimentos. Las ansias de la espera, los inconvenientes superados, el placer de sentir que al fin se conocieron banda y público, y que los músicos y los fanáticos hayan tenido que transpirar todo lo que se debía dejando latente un reencuentro ya pactado.
 

Autor: MATIAS SOSA